martes, 26 de abril de 2011

A él.

Apareces tan de repente.
Yo tan despistada.
Me percato de tu presencia.
Te miro. Me miras.
Apreciamos nuestro común enigma.
Nos sonreímos.

El río fluye bajo nuestros pies. Bajo la ciudad.
Mientras... vuelas las hojas de los árboles.
La sangre altera, dicen.

Aparece el tiempo.
Nos interpone.
Abismos nos distan.
Nos disipan.

Estamos en la fase de esa sensación.
Nuestro interior. Tu filosofía...
Vuelve el tiempo.
Me percato de un breve y tibio beso.
Suspiros. Anhelos.
Recordaré esas palabras.

Roma inunda corazones sin vida.
Cura las heridas.

Desconocidos que nunca volverán a verse.
Conocer el amor el quince minutos.