lunes, 27 de junio de 2011

Tell me

Miradas ausentes. Palpitando sentimientos
llenos de recuerdos que emborronan vidas
que no volverán.

Porque esto es la puta nada.Porque en la nada estoy,
flotando con nubes que vienen y van cargadas de realidad.

No de gotas de lluvia. Ni de esperanza...

(2 del 5, 2011)

Without me.

Ver que el sol
en una montaña cabe.

El trasluz de los árboles.

Pinceladas de prados anaranjados.

Molinos de viento se cruzan
en mi semblante.

Pájaros terrestres
transportan anatomías distintas.

Nuestras almas distantes están en contacto
a través de miradas pegadas a cristales.

Como dos kamikazes sintiendo lo mismo.

Devorándonos con los pensamientos.

El aire nos dista y nos tortura.

(Rebuscando lo encontré...)

miércoles, 22 de junio de 2011

Nos entreteníamos observando las ofertas de vuelos en una agencia de viajes. Mirábamos y mirábamos. Casi sin parar.

viernes, 17 de junio de 2011

De todos, de tú.

Era como una tibia sensación. Cómo explicarlo... era como una mezcla del olor a café recién hecho, y el sonido que produce una sandía al ser cortada, las pipas de los girasoles tostadas al sol, o como el limón navegando en las heridas de unos dedos de pianista. Era todo utópico y surrealista a la vez. Cada día le encontraba menos sentido a aquellas cosas. A estas cosas. Vamos, a las nuestras. Esas pequeñas manías, costumbres, y caminos que hacen los enamorados antes de cerrar los ojos y empezar a soñar. Ese cosquilleo y ese frío al tocar sus pies congelados, y ese algo que te resuena en el ombligo. Su pelo retorciéndose en la almohada, esta ya marcada por su ingenua cabeza. ¿Por qué tiene que ser él el que se adueñe siempre del lado izquierdo de la cama? Y que te quite la manta, y que te intente tirar al suelo. Pero los dos sabemos que es mejor una pequeña cama, para que no se nos congelen los corazones. Que es cosa nuestra dormir con la ventana abierta. Y tener las sábanas de color amarillo primavera. Aunque hay a veces que las sábanas retuercen nuestros pensamientos y nos oprimen, pero menos mal que existen planchas que nos permiten que vuelvan a su lisura de siempre. La lluvia crujiendo en el tejado. Es un placer escuchar el sonido de su voz diciendo: un rato más, un rato más... cuando suena el fúnebre despertador. Dormir entrelazados, y notar sus ásperas y pobladas piernas entre las mías. Concentrarnos en soñar, y a la mañana siguiente, ir poniendo palitos en la pared de todos los días vividos a su lado. Por eso tenemos unas paredes tan largas. El sabor de los besos al despertar. Cada día un sabor afrodisíaco distinto. Y es que te encanta quitarme las legañas mañaneras, y verme desnuda fumándome un cigarro. Y lavarte la ropa interior, sujetarla con pinzas al oxidado tendal, para que nunca se vuele de mi vida. Tus poemas ensuciados encima de la encimera de la cocina. La tinta con la escribes está en cada uno de los lunares de mi piel. Nuestra primera foto juntos sustituye a cualquier televisor situado en cualquier salón ajeno. Gritar, gemir, estirarnos, estremecernos, sudar, y lavarnos la cara como gatos. Peleas descaradas por ser fanáticos del blues; por tus grupos y por los míos. Por tu forma de contarme cuentos y pintarme con ceras en el suelo. Aquel verano, pudimos conocer lo intensivo, transcendental, armónico, primordial y melodioso, de jodido y asqueroso amor de nuestras vidas. Fue como una tercera guerra mundial, en la que la contienda no tuvo final.

viernes, 10 de junio de 2011

martes, 7 de junio de 2011

Nadie podrá con nosotros.

¿Por qué? Porque existen lagartos negros con bocas de víboras. Humanos sin gentileza alguna, que nos dañan y nos atrapan en sus palabras. Miradas negras que atisban gorriones oscuros. Tienen la mente perversa, morbosa. Pero saben que son frágiles. Pero también saben que dominaran el mundo. Sus cuerpos están tendidos en el vacío con letras macabras, saben que están sumidos en el rincón de la mentira. Pero les gusta. Les atrae. Porque nacieron por y para ella. No pueden escapar. Les da la vida. Les hace voraces. Les hace fuertes. Son los hijos de la mentira.

jueves, 2 de junio de 2011

Que el mundo sin John Lennon es gris manicomio. Casi humo.

Coca-cola en la tele finge felicidad,mientras escuecen sus burbujas en boca de un
periodista en Irak (...) Esa niña se identifica con el cosmos.


Sin palabras.